Porque en noches de viernes, por encima del ensordecedor ritmo machacón de la mediocridad, hay espacios donde uno puede evadirse, por ejemplo, en la claustrofóbica intimidad de la música y la sensualidad de un ascensor en marcha.
La banda canadiense Arcade Fire demuestra una vez más que se puede alcanzar el éxito sin abandonar su inquietud artística y originalidad creativa.
[vimeo http://www.vimeo.com/9963936 w=750&h=422]