Gerry Conlon, uno de los llamados «cuatro de Guildford», ha fallecido con 60 años tras una larga enfermedad.
Encarcelado en 1974 por un atentado del IRA que no cometió y liberado 15 años más tarde tras demostrarse su inocencia, todos recordamos su historia por la película de Jim Sheridan: En el nombre del padre (1993), en la que Daniel Day-Lewis interpretaba a Conlon en aquella pesadilla, cuando la policía le utilizó a él, a su padre y a sus amigos como cabezas de turco. Una historia que nos recuerda la falta de escrúpulos del poder para aparentar la resolución de conflictos sociales y la necesaria lucha por recuperar nuestra dignidad y libertad.
Revueltos años debieron ser los 70 en Irlanda, pero poco pueden envidiarnos. Precisamente en estos días estamos siendo testigos de cómo el poder impone ideologías, monarcas y pobreza, detiene y criminaliza a quien protesta u hondea una bandera tricolor y otorga medallas a quienes reprimen con violencia una manifestación. Seguimos viviendo en tiempos muy turbios.