estudiando las infinitas posibilidades del olvido, se dio cuenta de que podía llegar un día en que se reconocieran las cosas por sus inscripciones, pero no se recordara su utilidad
el rostro tenía el tostado del pollo asado y el pelo estaba teñido de negro
Warner, entre nervioso y avergonzado, ladró: «¿Pero qué coño haces? ¡levántate del suelo de una puta vez!»
Cómo imponerse a aquello cuya existencia uno se niega a reconocer. ¿Lo entiende? Cuando yo entré en su vida, su vida ya había acabado.
Camisea, 19 / 4 / 81 (Domingo de Pascua) Walter regresó ayer, había volado a Oventeni y de ahí a Satipo, donde había cinco campas en el hospital. El accidente ha tenido consecuencias más graves de lo que supusimos en un principio. Es casi seguro que Nico, uno de los…
y cada uno de estos lugares es como una burbuja en cuyo interior flotan dos personas que durante unas horas lograrán escapar a la determinación del espacio y del tiempo
no hubo esta vez ningún pájaro blanco al vuelo para decirnos que algo muere en luz saturada para que otra cosa nazca en vacío
el aniquilamiento de cada uno, de aquel que se conoció y al que se trató y se quiso, lleva aparejada la desaparición de sus respectivas casas
nunca hubiera sospechado que en los besos de una niña de quince años pudiera haber tanto fuego