Durante el juicio, Roman Polanski se mantuvo alejado de la prensa y de Norteamérica. Cuando los detectives se presentaron a la mesa del interrogatorio, juntaron finalmente todas las piezas. Era un cuento de terror especiado con los ingredientes necesarios para ponérsela dura a la prensa: jóvenes huérfanos acogidos por un…
Pero tanta felicidad también atrajo una atención indebida. A Roman Polanski y a Sharon Tate les colgaron el sambenito de satánicos. Los guiones que le llegaban a Roman giraban en torno a los mismos argumentos sobre brujería y ocultismo. IV: Los vampiros pierden los colmillos Escrito por Miguel Cristóbal Olmedo Edición…